Artículo de Baltasar Garzón publicado en Página 12
Lo que ha acontecido hace apenas unas horas con Cristina Kirchner es horrible, pero lamentablemente debo decir que era totalmente previsible. Esto está estudiado y hablamos de ello en nuestro Curso de Verano del pasado julio, sobre “Derechos Humanos y discursos de odio en las redes sociales” que organizamos con la Universidad de Jaén en Torres. Hace unos días escribí un artículo que titulé “’Lawfare’ contra Cristina o el Sanedrín argentino”, en el que señalaba que tenemos que reconocer que el fascismo ha regresado. Esto es muy peligroso, porque el fascismo asimila los términos adversario político y enemigo, planteando la eliminación del contrario como medio para conseguir sus fines. Decía también que en ocasiones acuden a la eliminación física y en otras a la mediática, mediante el desprestigio constante o al encarcelamiento en base a acusaciones falsas (lawfare). Pero la idea es siempre la misma, neutralizar al oponente a cualquier precio.
Esto es lo que está ocurriendo con la actual vicepresidenta y posible futura candidata a dirigir nuevamente los destinos de Argentina. Sencillamente hay personas que no son demócratas y que quieren eliminarla a toda costa. Les importa poco o nada la voluntad popular y harán lo que sea para impedir que gobiernen los representantes de la mayoría, porque se sienten temerosos de perder privilegios, dinero, influencia y poder. Por eso la campaña de desprestigio, por eso la guerra judicial en su contra, por eso este atentado que es nada más y nada menos que un asesinato, que se ha frustrado únicamente por el azar o la impericia del ejecutante.
Incitar al odio siempre es como sembrar una semilla, que tarde o temprano hará que alguien en algún momento y en algún lugar cometa un acto violento, delictivo, criminal. Cuando los fascistas siembran odio, lamentablemente todas y todos luego cosechamos violencia.
Pero somos más, somos la mayoría, somos los hombres y mujeres que queremos vivir en paz, en armonía entre nosotros y con nuestro medioambiente, con leyes justas, con instituciones que funcionan y están al servicio de los ciudadanos, donde nadie se quede atrás, donde seamos amables y solidarios entre nosotros y afrontemos juntos los desafíos enormes que nos depara este siglo XXI en Argentina, en Latinoamérica y en todo el planeta. Y porque somos más y porque tenemos la razón, amigas y amigos, antes o después la historia nos dará la razón, antes o después venceremos, aunque les pese, y venceremos no para el bien de nosotros, sino para el bien de todas y todos.