
LOS DISFRACES DEL FASCISMO
El fascismo y todos los camuflajes que utiliza para introducirse y conseguir normalizarse poco a
poco dentro de nuestras las sociedades es el eje central del nuevo libro de Baltasar Garzón: Los
disfraces del fascismo o cuando la sumisión, la represión y el autoritarismo se imponen al
diálogo.
La obra es una llamada de atención a la inacción de las democracias ante el avance imparable,
en las urnas y fuera de ellas, de totalitarismos que se creían superados. Paso a paso,
sibilinamente y de manera imperceptible, se va asumiendo y normalizando la existencia de
formaciones e ideas muy alejadas de la democracia por la que tanto se ha luchado. Todas
tienen el mismo objetivo, dinamitar desde dentro la misma esencia no sólo de las democracias
occidentales asentadas, sino también de los incipientes intentos de muchos países del mundo
de conseguir derechos y libertades fundamentales e irrenunciables.
Baltasar Garzón denuncia inequívocamente en esta obra cómo el fascismo:
“…inexplicablemente ha resurgido portando nuevas prendas, menos evidentes pero con la
misma esencia venenosa para la convivencia pacífica entre seres humanos. Es lo que yo
denomino los disfraces del fascismo. Es decir, aquellos que, aunque no lo parezcan, realmente
son comportamientos de corte autoritario, prepotentes y arrogantes que se muestran bajo la
cobertura de falsos argumentos racionales, a veces de apariencia sólida, pero que en realidad
pecan de incoherencia y que no pueden ser defendidos sin trastocar la escala de valores básica
de la sociedad actual, entre otros, de los derechos humanos”.
Los nacionalismos, la intolerancia, la xenofobia y el rechazo identitario e incluso el terrorismo
la violencia en el deporte, la violencia de género, los microfascismos o la persecución política
en los tribunales, surgen todos del mismo huevo de la serpiente.
El autor ha podido comprobarlo a lo largo de su carrera judicial: como juez ha enfrentado estos
comportamientos en numerosos casos que pasaron por su juzgado, e incluso ahora, como
abogado, encuentra otras caras de la misma moneda, otros disfraces y artimañas que afectan a
la vida diaria de las personas.
El libro trata con amplitud la presencia del fascismo en la justicia: “Un Poder Judicial que tolera
la tortura es una auténtica degradación de la justicia. Da igual que los jueces sean de derechas
o de izquierdas, pero la interpretación del derecho no puede ser retrógrada. Sobre todo,
cuando hay partidos que acuden de forma sistemática a la justicia, instrumentalizándola de
forma grosera con querellas absurdas que solo buscan generar un debate político viciado”.
También en el narcotráfico, como cuando afirma: “En mi opinión, el narcotráfico puede ser
considerado, incluso, un modo de fascismo. Creen en la primacía del grupo y la defienden
frente a otras bandas rivales y frente a la justicia y las fuerzas policiales con un fuerte
sentimiento de hermandad. Su autoestima se liga a la fuerza y poder del grupo a cuyo líder
endiosan. La violencia es un elemento indispensable para su supervivencia y acción. Saben,
también, manipular las emociones desde el punto de vista del poder que ejercen”.
Los extremismos, dice Baltasar Garzón en su libro, “llevan a la intolerancia, al supremacismo y
utilizan el terror, un instrumento del fascismo”. Como ejemplo, el Irak de Sadam Hussein, tras
cuya invasión surgieron ramas de Al Qaeda y el Daesh. O la invasión de Ucrania, o el más
cercano terrorismo de ETA. Del análisis surge la exposición: “Tan fascista es el comportamiento
de quien invade un país como de quien provoca tal invasión, incluida la acción de las
organizaciones terroristas que imponen su agenda a cualquier precio. No me cabe la menor
duda de que el terrorismo es otra forma de fascismo”.
Y sobre todo destaca su presencia en el terrorismo de Estado: “El fascismo … a veces, pretexta
ser el salvador de la seguridad del Estado y, por ende, de los ciudadanos, en plena democracia.
Es entonces cuando se invoca a la «Razón de Estado», como algo impenetrable, a lo que la
ciudadanía no puede ni debe acceder”.
Más allá del evidente componente faccioso de las dictaduras de uno y otro signo, el autor
resalta un nuevo disfraz que resulta en una de las más efectivas agresiones a la democracia: la
manipulación y utilización de la justicia como arma jurídica con fines políticos, el lawfare, cuyo
desarrollo e implantación contribuyen de forma decisiva a los propios actores judiciales
implicados. “Los ejemplos en Latinoamérica son desgraciadamente abundantes: Chile,
Argentina, Bolivia, Ecuador, Brasil, Honduras, México, etc. Hasta el punto de que han
conseguido la caída de presidentes que han sido legítima y democráticamente elegidos. Pero
no es el único continente en el que esto ha tenido y tiene lugar, aunque en el mismo se
compruebe con más claridad”.
Todos estos fascismos nacen, crecen y se desarrollan gracias a ciertos errores que comenten
las sociedades, el principal de los cuales es la banalización de sus manifestaciones a través de
las redes sociales, los bulos, las mentiras, las ideas de la extrema derecha o de los terroristas,
que se propagan como un gran fuego imposible de apagar. A ello han contribuido dirigentes
como Trump, Putin o Bolsonaro y lo han sufrido en sus propias carnes líderes como Lula da
Silva.
Por todo ello, Baltasar Garzón señala en su obra que “Debemos estar alertas, vigilantes, pero
también muy conscientes de cuáles son nuestros derechos; de que el disfrute de los mismos es
gracias a largas luchas sociales, y de que el riesgo de involución está siempre presente, oculto
en cualquier lugar y tiempo, y este es propicio en muchos países. Por ello hay que ser
conscientes y combatir el fascismo con las herramientas que nos da la democracia, el Estado
de derecho, pero también y, sobre todo, nuestra propia inteligencia y nuestra capacidad para
desenmascarar al fascismo, para descubrir sus trampas retóricas, sus incongruencias
argumentales, su falta de consistencia y sus mentiras. En el mundo en el que queremos vivir de
respeto, paz y armonía, no tiene cabida, se disfrace como se disfrace”.

LA ENCRUCIJADA
En La Encrucijada, Baltasar Garzón plantea a lo largo de ocho capítulos que desarrollan los principales temas que nos afectan como sociedad, cómo el progresismo humanista debe afrontar los grandes retos que viven todos los países ante la lacra del neoliberalismo que prescinde de las personas para poner el acento en los beneficios de las grandes multinacionales y el incipiente avance de la derecha amparada e impulsada por mandatarios como Donald Trump que tiene sus réplicas en Latinoamérica y en Europa con gobernantes de ultraderecha como Bolsonaro u Orban.

NO A LA IMPUNIDAD
Baltasar Garzón repasa y documenta en su libro, «No a la impunidad. Jurisdicción Universal, la última esperanza de las víctimas», algunos de los abusos más atroces a los derechos humanos cometidos por dictaduras.

LA INDIGNACIÓN ACTIVA
Este es un libro-mitin para apelar a la acción, porque, como dice el autor, «muchos nos indignamos al ver las noticias, pero de lo que se trata es de movilizarse y no de mirar para otro lado».

EN EL PUNTO DE MIRA
Los jueces españoles están protagonizando en la prensa diaria la vida pública española. Uno de los pioneros en el esclarecimiento de la verdad y en la defensa de causas nobles fue el juez Garzón.

EL FANGO
Juan Guerra, Bárcenas, Pujol, caso Noos… un recorrido por los casos de corrupción más importantes de los últimos cuarenta años para extraer las lecciones de cómo combatir y prevenir la corrupción.

UN MUNDO SIN MIEDO
La obra de un hombre práctico que muestra, desde su visión de juez y de ciudadano, algunas vías para pasar del miedo a la esperanza y conseguir dar forma a un mundo sin miedo.

LA LÍNEA DEL HORIZONTE
La línea del horizonte recoge la visión de Baltasar Garzón sobre los problemas del mundo actual. ¿Qué es la justicia universal y cómo surgió?

LA FUERZA DE LA RAZÓN
Una larga entrevista del gran escritor gallego Manuel Rivas a Baltasar Garzón sobre el acoso que ha padecido y que le ha acabado expulsando de la Audiencia Nacional.

EL ALMA DE LOS VERDUGOS
ROMERO, VICENTE / GARZÓN, BALTASAR
¿Quiénes son esos tipos que, tras despedirse de sus hijos con un beso, acuden a su trabajo como funcionarios ejemplares para torturar o asesinar a prisioneros políticos? ¿Cómo sienten y piensan los sicarios del Estado?
RBA

LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO Y SUS LÍMITES
Adahara Editoria

CUENTO DE NAVIDAD
Ediciones de la Tierra