ETA

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Para la organización ETA, para muchos de sus componentes y simpatizantes, que también residen en países latinoamericanos, Baltasar Garzón es una persona poco grata porque ha protagonizado una lucha sin cuartel para detener a los responsables de casi un millar de asesinatos cometidos por la banda desde 1961 hasta el año 2010. Aún ahora, cuando la situación del País Vasco se normaliza y en las instituciones locales, autonómicas y del Congreso de España figuran numerosos representantes políticos de ideología abertzale y afines, Garzón continúa siendo mal considerado entre quienes se definen con ideología cercana a ETA.

La banda terrorista ETA nació en Bilbao el 31 de julio de 1959. Las siglas se refieren a la frase «Euskadi eta askatasuna» en vasco, lo que significa «País Vasco y Libertad». Se trató, en principio, de un grupo formado fundamentalmente por estudiantes radicales que querían representar una alternativa al PNV. Sus objetivos se fueron transformando durante los años pero manteniendo desde su fundación, la exigencia a los Estados español y francés del reconocimiento de la independencia de Euskal Herria, territorio que comprende Álava, Guipúzcoa , Vizcaya, la Comunidad Foral de Navarra y el País Vasco Francés.
En 1961 cometieron su primer intento de atentado contra un tren de veteranos de la Guerra Civil y comenzaron las detenciones y los exilios.

Desde esa fecha hasta 1975 año de la muerte del dictador Francisco Franco asesinaron a un total de 43 personas entre funcionarios y ciudadanos corrientes. De 1975 hasta el año 2020, en la transición y ya en plena democracia, la cifra de personas asesinadas por ETA ascendió a 823. De ellas 483 pertenecían las Fuerzas de Seguridad del Estado o miembros del Ejército. Las restantes 343 víctimas, eran civiles, hombres, mujeres y niños. Los integrantes de la banda siempre se han presentado a sí mismos como liberadores del País Vasco o patriotas vascos.

Baltasar Garzón desde su puesto en el juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional ha dirigido innumerables investigaciones sobre múltiples grupos operativos de la organización terrorista desde 1988 hasta la actualidad así como la detención de los responsables de numerosos atentados, con resultado de muertes, estragos, secuestro, extorsión, amenazas, incendios, daños, intervención de explosivos, armamento pesado…
Para citar solo algunas de las operaciones de Garzón contra estos actos criminales, se señalan:

Ataques contra la Dirección General de la Guardia Civil, atentado de la plaza de Ramales, atentado en la calle Badajoz de Madrid, atentado en la Plaza de la Republica Dominicana, atentado contra Francisco Tomas y Valiente, expresidente del Tribunal Constitucional; atentado contra Manuel Broseta Pons, exministro del gobierno de Adolfo Suárez; atentado contra las instalaciones en IFEMA, atentado contra el cuartel de la Guardia Civil de Durango, detención de los responsables del secuestro de Ortega Lara, liberación de José Ortega Lara, atentado contra el rey D. Juan Carlos; la investigación y detención de responsables del aparato de falsificación, de extorsión y relaciones internacionales de la organización; detención de los responsables de la captación y colaboración con ETA (los llamados «pianistas» con más de 100 personas ya juzgadas que constituían la red más amplia de captación para dicha organización).

La kale borroka

Garzón ha llevado a cabo también la investigación de ETA y de otras organizaciones satélites que integran el complejo terrorista dirigido por aquella y que asumen la «lucha» violenta complementaria con la «lucha armada» que ETA desarrolla. En este apartado se incluye la denominada Kale Borroka o «lucha Callejera» por los denominados grupos Y, dirigida fundamentalmente contra propiedades públicas y transporte urbanos y privadas relacionadas con la banca o la empresa; así como todas las actividades ilícitas complementarias, necesarias para la actividad de toda la trama político social que constituye la base de la organización en sus más de 40 años de existencia.

Empresas y partidos

Desde 1994 hasta ahora en que se continúa judicialmente con el sistema de investigación diseñado por Garzón, se ha investigado a KAS, EKIN, XAKI, JARRAI, SEGI, Gestoras Pro amnistía, ASKATASUNA, EGIN, un entramado de empresas que daban soporte a la organización.

Y también a Udalbitza, Herri Batasuna, Euskal Herritarrok, Batasuna, PCTV, ANV, D3m Y Askatasuna (partidos políticos) y el Bateragune o Comité de dirección entre la estructura «militar» y política de ETA. En todas estas investigaciones resultaron desarticuladas las infraestructuras, se ha declarado la ilicitud de actividades, hasta el punto de que el Tribunal Supremo, partiendo, básicamente de los datos acumulados en estas investigaciones y los documentos, en aplicación de la Ley de Partidos, declaró la ilegalidad de varias formaciones, siendo confirmadas esas resoluciones tanto por el Tribunal Constitucional español como por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en sentencias de 2009 y 2010.
Asimismo, el Supremo ratificó diversas sentencias pronunciadas por la Audiencia Nacional en las que se establece, como verdad judicial, lo que era un hecho en la realidad de la acción delictiva de la organización terrorista. Con ello se estableció el alcance verdadero y la dimensión de la estructura criminal consiguiendo hacer frente con efectividad a su acción.

Entramado financiero

En 1998 intensificó su actividad contra el entorno de ETA. Así, en el marco de una operación muy amplia, acusó a la Coordinadora de Alfabetización y Euskaldunización (AEK), una coordinadora vasca para la alfabetización de adultos en euskera, de ser el entramado financiero de la banda terrorista. Aunque no pudo demostrar la relación entre ambas organizaciones, se produjeron doce detenciones. Aquel mismo año clausuró el diario Egin y la emisora de radio Egin Irratia, acusados de colaboración con ETA.

En abril de 2001 dictó orden de cierre de la revista Ardi Beltza (‘Oveja Negra’), cuyo director, Pepe Rei, quien ya había sido procesado por el «caso Egin», fue detenido e interrogado por considerar que utilizó este medio para los fines de la organización terrorista. Los nuevos indicios contra Rei se extraían, según Garzón, de la propia revista y del vídeo que se distribuyó con ella titulado «Periodistas, el negocio de mentir», en el que se identificaba a profesionales que después fueron objetivo de atentados o de seguimiento por miembros de ETA.

En noviembre de 2001, Garzón detuvo e interrogó a trece personas vinculadas al movimiento Gestoras Pro Amnistía (Gestorak), una de las organizaciones abertzales más sólidas en el marco del soporte y de la lucha por la repatriación de los presos de ETA dispersos. En la operación, denominada Udazken (‘Otoño’), intervinieron más de doscientos policías, quienes de madrugada practicaron las detenciones en varias localidades de las provincias vascas y de Navarra. A la vez, Garzón ordenó el bloqueo de veintidós cuentas bancarias pertenecientes a los detenidos y a algunas empresas.

Otra actución del juez fue la ilegalización de Batasuna, en un auto publicado en Madrid el 26 de agosto de 2002, por un presunto delito de integración en organización terrorista. Previamente, en fecha 3 de mayo de 2002, había dictado auto de prisión contra once miembros del partido radical abertzale.

Constan también algunas resoluciones dictadas por Garzón durante el proceso de negociación de 2006 fijando que cuando estas reuniones se producían no se trataba de reuniones delictivas y permitiendo determinados actos públicos  llamando a la paz. El juez fue muy criticado por lo que suponía una apuesta por el  proceso de paz que se intentaba desarrollar.

Normalizar la convivencia

Actualmente ETA ha abandonado la lucha armada y el Gobierno y las fuerzas políticas buscan la salida final para cerrar esta historia tan larga y sangrienta. Los antiguos terroristas van saliendo de prisión según cumplen sus condenas. Esta situación también provoca indignación entre los familiares de las víctimas y las propias víctimas heridas o lesionadas por los atentados de la banda, pero la intención común es la de conseguir la normalización de la convivencia.

A pesar de que en España muchos de los presos de ETA causantes de estos crímenes y delitos han llegado a solicitar el perdón de sus víctimas, y de que en Euzkadi numerosos ayuntamientos y otras instituciones están regidas por partidos de marcado cariz independentista, pequeños grupos próximos a la antigua organización, que viven en países americanos reclaman «la liberación del País Vasco de la opresión del Estado español». Protagonizan situaciones trasnochadas y anacrónicas. De estos grupos llega en ocasiones alguna acusación sesgada y falsa contra Garzón.

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Referencias documentales

Artículos en prensa