Entrevista publicada en Infobae.com
El exjuez español Baltasar Garzón cree que, 50 años después, el golpe de Estado de Augusto Pinochet es «un hito histórico que aún produce consecuencias en América Latina» y pide «justicia y reparación» para las víctimas que aún no la obtuvieron.
Garzón, inhabilitado en España en 2012 por escuchas en una investigación de corrupción (una inhabilitación «arbitraria» según la ONU), defiende en entrevista con EFE que la justicia ha de administrarse aunque sea con años de retraso y contesta a los críticos de la memoria histórica: «No se puede imponer el olvido».